La función de la cosmetóloga es “embellecer lo ya bello”, manteniéndolo y conservándolo, corrigiendo las alteraciones diversas que pueda presentar la piel.
Es importante la divulgación de los buenos hábitos de higiene, gimnasia y buena alimentación, beneficios que resultan con el tiempo, provechosos para el perfecto estado de la piel de todo el organismo.
La cosmetología cumple tres funciones básicas, que son:
1. Función Higiénica:
Son indispensables los cuidados higiénicos de la piel, minuciosos, que la dejen libre de detritos celulares y ambientales, para facilitar así sus funciones vitales. Cumpliendo con las normas de higiene se previenen las imperfecciones y enfermedades cutáneas.
2. Función conservadora, mantenedora:
En una piel sana, mediante tratamientos cosmetológicos, prolongar por más tiempo, la belleza de la misma.
3. Función correctiva:
Actúa sobre la piel anormal, con diferentes alteraciones.
Debemos tener en cuenta que ningún cosmetólogo puede invadir terrenos médicos, tratando de hacer “curaciones milagrosas” por su cuenta, sobre una piel alterada, cabe la curación y el diagnóstico al médico dermatólogo.